Nicolás Ramirez F

Charla con mi mate.

Hoy descubrí, por fin,
después de despertarme
mil veces en la madrugada,
que el miedo a la oscuridad
y esos ruidos raros que oía,
eran fantasmas...

¡Sí, que lo eran!
Y esta noche logré encontrarlos,
se hospedan en mis pensamientos,
se esconden en mis sueños
y me despiertan de un salto.

¡Qué tonto fui!
Tantos años buscando
debajo de mi cama
y culpando a la negra noche.
Por fin puedo gritar: ¡Eureka!
Tal vez, y solo tal vez,
ahora pueda aprender
a vivir con ellos
o morir en el intento.