Circundado soy por tantos azares;
no me confío de supuesta veda,
pues de un hilo, bien fino de seda,
ahora cuelgo entre mis pesares.
Pero si tú, mujer, hoy me besares,
harías que distinto se proceda,
para sacar de la fría bóveda
mi corazón, que es joya de zares.
Mis promesas no estarán vacías;
la oportunidad es lo que pido:
arreboles, como en Acacías,
con un guayacán canario tupido,
mientras, con dulce aliento, rocías
¡ay!, la saeta del jovial Cupido.
Ryan Pires ___✍🏽©