Noche de verano cálida
yazco en el suelo observando
parpadeantes estrellas
unidas por un gran lazo,
constelaciones se forman
¡oscuro cielo estrellado!
Miro mucho a una del grupo
me hipnotiza en grandes ratos
es la que más ilumina
el bello mar apagado;
por eso, tras admirarla,
desaparece el rebaño
no me oscurece la ausencia
pues mientras esté sentado
contemplando mi lucero
el cosmos sigue brillando.