La Luna que no me mira
Tus besos endulzan mis sueños,
aunque sé que no son para mí;
se cuelan, suaves y pequeños,
como un eco que nunca viví.
Me aferro a luces lejanas,
a miradas que no volverán,
a promesas escritas en manos
que jamás me acariciarán.
Te pienso en silencios cerrados,
te nombro sin poder nombrar,
y aunque mis pasos son claros,
no me esperas al final.
Eres luna en noche prestada,
destello que no puedo tocar,
mi alma a la tuya enlazada,
pero el mundo nos quiere apartar.