Rigoberto CrUz

Divino placer

Ella,

mi excusa perfecta para pecar,

sus labios,

sus senos,

suaves,

no lo supongo, 

lo aseguro, 

la invento en el aire,

la desaparezco. 

 

La excusa perfecta para pecar es ella,

y quizá no lo sabe, 

pues aún sin todavía tocarla,

mi cama,

mi almohada, 

mis brazos la buscan sin poder hallarla...