No escribo con intención de salvarme.
Escribo por esta alma atrofiada
que se me cae a trozos
que arrastra cadáveres
que sabe nombrar mis miedos.
Mi cabello en la almohada.
La poesía no me cura
me arrastro con ella
porque si no escribo
probablemente muera
y si escribo
también.
Me arrastro no como mártir
sino como quien sabe que incluso
el poema es una enfermedad
en forma de palabra.