He jugado en los casinos
de Montecarlo a Las Vegas
y visité mil destinos
dejando siempre al albur
de la fortuna mi entrega.
Pero yo nací en el sur,
y con eso no se juega.
He negociado con socios
desde Japón hasta Escocia
jugándome en los negocios,
como si fuera un tahúr,
mi desprestigio en la logia.
Pero es que yo soy del sur,
y eso no se negocia.
He cenado con magnates
en lugares de solera.
De gorra llené el gaznate
pidiendo lo que quisiera:
desde el caviar al yogur
sin poner una moneda.
Pero yo vivo en el sur,
¿y eso quién lo supera?
A su mansión de Florencia
me ha invitado un rico egregio
que buscaba en su ascendencia
consanguinidad azul
de rancio abolengo regio.
Pero yo voy hacia el sur,
y eso no tiene precio.
En un mapa me han marcado
las coordenadas de un pecio
con un tesoro encofrado
y una clave en calambur:
\"Cabo de Gata, so necio\". (😜)
Pero yo voy hacia el sur,
y eso no tiene precio.
Me dieron una botella
para carteras muy caras:
en exclusiva la sellan
para ilustres con glamour,
dignos insignes con saga.
Pero mi vino es del sur,
¿y eso cómo se paga?
Por vivir en sintonía
con lo que marcan mis sueños,
muchos de mí se reían
cuando los llevé en mi barca
por sus mares de diseños.
Pero yo llevo la marca
de los que somos sureños.
Por si acaso resulta que discrepas,
no me lances tus iras; métete
esa lengua donde mejor te quepa:
este poema lo ha escrito GPT.