No te sé cuidar,
ni tú a mí…
cuidamos las palabras,
para no repetir.
En el íntimo pasar de la luna,
sus ojos deambulan,
y yo me quedo aquí,
esperando su trance.
Entre letras repetidas,
veo llegar el momento,
vacío y esplendor,
al final; siempre fuimos contrastes.