Ermitaño Soñador

QUIERO APRENDER DE LA LUNA

En el silencio de la noche oscura,

la luna asoma su rostro plateado,

un faro solitario en la vastedad,

brillando fuerte, aunque está alejado.

 

Quiero aprender de su luz tan suave,

su paz que envuelve las sombras frías,

pues en su soledad, hay una calma,

que abraza el corazón entre agonías.

 

La luna, testigo de amores perdidos,

conoce la tristeza de un ser errante,

en su fulgor lleva mis desengaños,

en su brillo me da paz por un instante.

 

Aunque nunca deja de iluminar,

su soledad es un espejo fiel,

refleja el eco de mi desamparo,

bajo su manto, mi duelo es papel.

 

Quiero aprender a danzar con las sombras,

y encontrar sentido a la vida en mi aislamiento,

como ella, que brilla por ser quien es,

una estrella solitaria, un eterno lamento.

 

Y así, mientras sigo en mi camino,

miro a la luna y ahí está mi verdad,

en el frío abrazo que marca la distancia,

seguirá viva mi voz en esta soledad.

 

EL ERMITAÑO SOÑADOR