Hola me dijo, mirándome a los ojos, tu eres mío y no lo sabes, me seguiras por donde vaya y yo sere siempre tu destino.
Seré tu palabra, tu rima y tu verso, la imagen detrás de la metáfora, el sentido más hondo del sentido, seré tu compañera, tu barco y tu alba. El borde de todos tus abismos, la brisa que hinchará tus velas y por las noches, suspiro en el suspiro.
Seremos uno y seremos dos y nuevamente uno, bajo la lluvia, el viento y el cálido sol de un verano perdido. En cada otoño repetirás mi nombre, las primaveras serán nuestro cobijo y te entibiaré, durante los inviernos para que nunca sientas frío.
Hola, me llamo, exclamó y tú eres mio.