Lucía gómez

DESAMPARO...

Me senté junto

a su sombra, a sentir

su desamparo.

No es necesario que

hable, porque sé cómo

se siente.

El dolor no lleva nombre.

Es mirarle sin romperle,

es escuchar su silencio

sin que mi presencia estorbe.

Y sentí su desamparo,

al ver su sombra alejarse.

L.G.