José Luis Barrientos León

Anhelando una palabra  

 

Hay un corazón oprimido

anhelando una palabra

oral o escrita, viva o muerta

Una palabra que rasgue las sombras

que ilumine la gran tumba de la noche

conmoviendo el aire

para acercar el alma a la mirada

y entre la penumbra encontrar su nombre

 

Una palabra que aliviane el yunque de las manos

para convertirlas en abrazo

que aniquile las distancias

hasta transformarlas en sueños

donde gritan las entregas

y vociferan los amores

una palabra entera sin quebrantos

una palabra llena sin harapos

 

Hay un corazón oprimido

anhelando una palabra

una palabra sin llanto

ni ojos enrojecidos.

 

Una palabra blanca almidonada

que haga olvidar el dolor de los amores

para dejar de ser muertos de voces claras

y convertirnos en vivos

de silencios sin nostalgia.

Una palabra sencilla, una palabra basta