Cubro mi rostro,
tras velo extraño,
cuento silencios,
marco el engaño.
Sombra de ideas,
duda en la frente,
tiembla la calma,
huye la mente.
Cruzo el abismo,
camino estrecho,
forjo fantasmas
dentro del pecho.
Río sin boca,
voz sin garganta,
danzo en tu juicio,
mi niebla canta.
Trazos de espejos
parten mi suelo,
doblan tus pasos,
rompen el cielo.
El ojo ciego
vigila atento,
clava su signo,
curva el momento.
Seres de humo
firman su pacto,
reyes sin reino,
luz del contacto.
Tiento los hilos,
tiemblas sin ver,
muevo la pieza,
pierdes tu fe.
Crujen paredes,
habla el pasado,
grita el vacío,
sello encantado.
Clavo la luna
sobre tu herida,
sangra la noche,
calla la vida.
Y en este juego,
ciego y mortal,
soy tu reflejo,
soy tu rival.