Igual que del árbol se caen
las hojas que están ya marchitas;
lo mismo del ama se sale
amor que apatía asesina.
Pasión que le falta caricia
su fuego tendrá que apagarse;
quedando tan solo cenizas
de un sueño que supo embriagarte.
Por eso a los sueños prodiga
con luz que jamás se le apague;
y tenga la flama divina
que a tu alma de dicha la sacie;
haciendo de besos la chispa
que savia romántica trae.
Autor: Aníbal Rodríguez.