Autómata sin control,
el que un día fue libre,
Ahora es un peón
que busca su perdón.
Y ya no hay pisadas firmes,
sino círculos imperfectos.
Sentidos entumecidos,
Olvidando lo vivido,
No hay latidos en ese cuerpo afligido.
Todavía no ha visto el sin sentido,
Que atan unos hilos.
La ignorancia,
Anestesia,
Para el olvido.
Ofendido,
busca un filo,
Donde cortar esos hilos.
Por momentos esclarecido...
mientras de sus propias heridas
nacen los nuevos hilos.
Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados