¡Esta carta es para ti, Esposo y padre de mis hijas!
Sé que no estamos pasando por un buen momento, solo quiero desahogarme porque ya no puedo seguirme guardando esto que me quema en el pecho, este gran dolor que siento.
Pienso que eres un gran ser humano, te admiro como padre, ese padre amoroso, y presente con mis hijas, lo único que quiero es que seas muy feliz, solo tú sabrás donde encontrar tu felicidad, yo no te voy a detener, ni voy a forzar algo que no sientes.
No sé si te estás haciendo el fuerte o te has cansado de dar amor o de esperar recibir los mismos detalles que yo tenía contigo.
Te preguntaras
¿Qué si te EXTRAÑO?:
Claro, como no te imaginas, extraño el buenos días amor, el que tengas un excelente día mi vida, extraño sentirte cerca de mí, extraño tus besos, tus abrazos, tus caricias, extraño todo de ti!
¿Cómo estoy?
Me está doliendo el corazón, tengo destrozado el pecho, por tu alejamiento, porque sé que yo fui la culpable de tomar a la ligera todo lo que me decías, de no mostrar interés en tus decisiones, en tus puntos de vista.
¿Qué si me arrepiento?
Si y mucho de no haberte demostrado todo mi amor, de no ser detallista, de enfocarme en el trabajo, en nuestras hijas, en la casa, para que ustedes estén bien, me arrepiento de no darme el tiempo para ser tu mujer, y dejarlo al final.
¿Qué si te amo?
Te amo más de lo que te imaginas, amo tu olor, amo tu ser, amo tu cuerpo, amo tu personalidad, amo el gran ser humano que eres, de noble corazón que tiende su mano sin pedir nada a cambio a la gente que lo necesita, eres un hombre maravilloso, humilde, trabajador, responsable, amo que me hagas reír, amo los momentos que hemos pasado como familia, amo al gran ser humano que elegí como esposo, y como siempre me dijiste lo mucho o poco que tienes siempre me lo das, y yo no lo supe valorar.
¿Por qué paso todo esto, que nos hizo falta si teníamos una hermosa familia?
Falto tiempo, si tiempo a solas, tiempo para nosotros, para disfrutarnos como antes, tiempo para ser nuevamente novios, aun estando como esposos, olvidarnos por un momento de la responsabilidad como padre, de dedicarnos un espacio a solas para disfrutarnos el uno al otro como antes lo hacíamos, y aunque nos faltó tiempo, aun te deseo, quiero estar contigo sentir tu cuerpo, disfrutar el olor de tu piel, disfrutar nuestro amor, porque para mí es verdadero.
Si esta carta te llegara, estaría segura que te quedarías, pero no quiero que te quedes por obligación para no hacerme sentir mal, y no así no lo quiero, si te vas a quedar a mi lado es porque el verdadero amor permanece en nuestro matrimonio.
¡Quiero que seas feliz conmigo o sin mí, pero feliz!
Mientras yo haré lo necesario para demostrarte con hechos que quiero ser la mejor mujer para ti, y que tu sientas este amor que siento por ti.
¡Te cuidare en todas las cuestiones como antes lo hacía, como esposa y como madre de nuestras Princesas!
Te amo demasiado y no quiero perderte.
Después de 12 años juntos lo voy a entregar todo, solo espero tener tiempo para revivir el gran amor que nos teníamos, pero con hechos no con palabras, porque te amo demasiado.