Las calles fueron mi escuela,
los insultos mi lenguaje,
mi primer dolor de muela
en grafitis sin linaje.
Una bola de papel.
De grueso tinte mostaza,
desnuda por el tropel
¡Goza en pies de la rapaza!
Que subordina al jefazo,
del cartel de las crayolas.
Tomándome en el juegazo
¡Combate de caracolas!
Algunos bien, se volaron
sus caritas inocentes...
otros al sol escaparon,
antes de ser indolentes.
Y un gran marihuano de cera
dijo ser mi humilde hogar...
Creí, por tenerme afuera,
de su nicho sin soñar...