Amanecí lejos hoy de mis zapatos
y triste he llegado al final de la jornada.
Como sol sin nombre
vagué por los prados que no fueron
cogí causa atuendos libros rotos
me lancé al desierto a purgar mi encuentro.
Arrastradas por corceles
cristalinos llegó la pena hasta mi rostro
que hacia los bríos de la madrugada
me marcaban con insomne sortilegio.
Sobre mi andar se devuelven las huellas traicioneras
y trastocan el presente
haciéndome danzar sobre cenizas de una rosa muerta.
Y aunque el trino de ave silenciosa
no halla tocado su ventana
Yo la quise.
Desde ese día
ese en que el hueco en mi lecho
se torno un abismo incontenible
no quiero acercarme hasta su nombre
porque me lleno de fantasmas
que pasean por mi piel en llagas,
las aristas del mundo se clavan en mi entendimiento
y nada suena razonable
¡¡Amanecí lejos de mis zapatos
y triste he llegado al alzar de la jornada.!!
Transité así lejos
Las horas del medio día
como espectro de carne y olvido;
sigilosa y fría cual serpiente
se instaló en el huerto la punzante soledad
bajé los párpados y dos columnas de lirios inconclusos
golpearon -----
Amanecí esta jornada lejos del pan y la esperanza
No preguntes vida mía
Por donde transitar.....
No preguntes
Que nocturnal mecías me traerá devuelta
Hasta el soneto
¡¡ lejos amanecí de mis zapatos
y triste he llegado al final de la jornada.!!