En tu desnudo giro me concentro
la piel me arde se me dilata el pulso
te nombro y en tu vientre me propulso
como un relámpago que estalla dentro
La llama se deshace y yo me encuentro
perdido en el temblor de tu convulso
ritmo de savia abierta y sin impulso
más que el retorno a tu abrasado centro
Reptamos como ríos sin orillas
la carne se desborda y se desflora
en círculos de fiebre que nos atan
y el tiempo se derrama en tus costillas
se enciende y se repite cuando aflora
mi cuerpo en tu cuerpo que se desangra
Vuelvo a tu ardor y al eco que me nombra
pues en tu círculo mi piel se asombra