AMOR ADOLESCENTE
Los veranos de adolescente en el pueblo
y con devoción por el verano,
por las calles, por el mundo sencillo
aunque también muy sabroso, y un amor adolescente
en las esquinas y a tiro de las piedras
de una casa abandonada,
en ruinas, habitada por fantasmas
y por formas que la luz construye
cuando invade sin obstáculos las dependencias.
Un amor sin recursos, polvoriento, perdido
por escuálidos rincones y escaleras sin pasamanos.
Amor introducido a golpes de intemperie soleada
en ambos sexos ahítos
de sustancias minerales,
de combas y de aros en los juegos
y de feroces estropicios:
tajante, radical, mayúsculo,
que surge como a borbotones.
Estos amores de adolescente amparados
por la oscuridad repentina
del sótano o de la cueva.
Hablemos de amores que van y vienen
con intensidad imparable,
que, en un santiamén, se vuelven
volubles, se desmoronan,
si alcanzan lo que pretenden.
Gaspar Jover Polo