Juez

Disculpa pública a los negros (comedia)

No a esta confusa raza pido al hado

piedad por ser mojón de infausta muerte,

invisibles de sombra, nicho inerte

donde la noche fecundó su agrado.

 

No la carne quemada en campo arado

por la obsidiana dura, incierta suerte 

de una paja de Alá —se vino fuerte—

y algún Faetón borracho por el prado.

 

No la palabra, no la mano, no

las sombras que hoy me obligan la disculpa 

y me fingen un Cicerón. Soñó

 

la luz su gente extraña y pido esculpa

su errata nuevamente al barro. Yo

doy fe y gracias que en nada tengo culpa.