¡Tantas cosas llegan a mi mente con esta pregunta!!
El día declina y me dispongo al descanso.
Mi cuerpo cansado se entrega en el lecho tibio y confortable, que me abraza y contiene como un amigo que comparte el silencio.
Silencio de voces y ruidos callejeros.
Mi mente no comprende ese ritmo.
Mientras me concentro para conservar las cosas vividas bajo el sol, su cháchara feliz y entusiasmada vence a mi cuerpo ya relajado y no contenta con eso me persigue hasta mis sueños que, como un filtro, rescata caricias y aromas, colores y risas que elije para mí regalándome una noche de reparación y un despertar apacible y feliz.
Miriam Venezia
17/08/2025