Un atisbo

No sé qué creer

 

No sé qué creer

Y ya no sé qué creer.

Porque me he pasado toda la vida 

asumiendo ideas que no eran mías.

 

Y nunca he llegado a saber 

si en realidad asentía por mera cobardía,

por no querer enfrentar esa mirada vacía,

esas preguntas incómodas,

la decepción en sus rostros,

las respuestas inseguras,

y la traición en sus ojos.

 

Quizás, en algún momento entendí 

qué era más fácil callar,

más fácil sonreír 

que encarar la verdad

qué empezar a dudar.