piotr antonin

GENESIS DE LO ANHELADO

En las postrimerías del reflejo 

el yo se vuelve un tanto impropio.

Lo que no es aún pulsa en la mirada indescifrable

el deseo se origina como bruma que ansía ser horizonte,

fluye desde la contemplación imaginaria

hasta el incipiente preludio de un aroma sin rostro.

Allí, el otro comienza.