Noche de Verano
Aquellas noches frescas de verano
cuando el canto de los grillos por cientos
tronaba en los oídos
y la luna deslizaba su luz de virgen inocente
por entre los árboles floridos del barrio,
Yo, la buscaba y la quería
La buscaba y la quería con respiración de ángel
Con ojos de velero ansioso
Con manos de telúrica presencia
Yo, la esperaba y la quería para el festín,
No el de los besos,
pues estos dormían en la frontera de la carne,
sino que la aguardaba
para el festín de sus cabellos claros flotando
en mi alegría de pre puber
Yo, la miraba y quería sus ojos de felino esquivo
posados en los míos
mientras el aroma de las flores
desataba las ganas de caer en su mirada una y mil veces
para ser resurrecto del letargo
que causaban las horas de la ausencia
Aquellas noches frescas de verano
descubrí temprano que hay una cuerda
que resuena dolorosa cuando la canción transita
por la vereda del desdén.
Aquel verano, todo el verano
La esperaba y la quería
La buscaba, mas ella cogió su vuelo de pequeña hembra
Hacia el destino inexorable
Hacia el trino de los mirlos que lejanos le llamaban