Oscar Albanecich

Noche de Verano

Noche de Verano

 

Aquellas noches frescas de verano

cuando el  canto de los grillos por cientos

tronaba en los oídos

y la luna deslizaba su luz de virgen inocente

por entre los árboles floridos del barrio,

Yo, la buscaba y la quería

La buscaba y la quería con respiración de ángel

Con ojos de velero ansioso

Con manos de telúrica presencia

Yo, la esperaba y la quería para el festín,

No el de los besos, 

pues estos dormían en la frontera de la carne,

sino que la aguardaba  

para el festín de sus cabellos  claros flotando

en mi alegría de pre puber

Yo, la miraba y quería  sus ojos de felino esquivo

posados en los míos

mientras el aroma de las flores

desataba las ganas  de caer en su mirada una y mil veces

para ser resurrecto del letargo

que causaban las horas de la ausencia

Aquellas noches frescas de verano

descubrí temprano que hay una cuerda

que resuena dolorosa   cuando la canción transita

por la vereda del desdén.

Aquel verano, todo el verano

La esperaba y la quería

La buscaba, mas ella cogió su vuelo de pequeña hembra

Hacia el destino inexorable

Hacia el trino de los mirlos que lejanos le llamaban