A mi padre, Parrita, en la foto; y a mi hermano, Yonny, en el video; los galleros de la familia.
El épico canto
anuncia el picoteo
en la madrugá,
llega el regocijo,
crestas rojas
premian al hijo
en su día natal.
Me recuerdas
cuando en Cumaná,
con los gallos
de papá,
jugabas, los soltabas
y los ponías a pelear.
A seguir lideando hermano,
a punta de espuelazos, esparciendo plumas
en la cuerda
y en los encantos,
en las jaulas
y en la gallera,
sublime tu regazo,
a tu manera
en tu mastranto.
Tu sonrisa contagiosa,
tu infinita nobleza,
y tu sabiduría
es nuestra mejor alegría
el cacaraqueo de las gallinas,
por cierto muy finas
a la hora de la cría,
en el patio de Josefina,
el gallo la pisa
y ahora empieza la riña,
gana el que más pica
y la gente grita,
ha triunfado Parrita.