Santiago, es su nombre, de piso gris y cielo naranja, montes verdes en primavera y amarillos en verano. allí colindan la inmediatez y la calma, el canto del pájaro dominical y el bullicio semanal a plena hora laboral.
subiendo un poco más, encontrarás a la imponente cordillera, esa que se ve muy bien desde el Costanera.
Las banderas del tricolor, adornan cada casa por septiembre, el ambiente se siente derrochando humo, asado y gente, sonriente.
Santiago, me vio nacer y también crecer, y fue testigo de esa ilusión que se dejó entrever cuando esta ciudad nos presentó con tal inigualable atardecer.
Scarlett-Oru