Caminando por la calle me di cuenta que nadie perdona estos tristes ojos que miran tan sincero.
Yo, intentando no ser como un aguacero.
Mientras te veo me convierto en guerrero.
Tú y tus ojos de color, no me doy por vencido.
Ese verde no se ha ido, sigue mirando.
Yo no te voy a estar suplicando.
Pero con el violeta de esa albina,
Me vuelvo un bailarín con su bailarina.
Haces que mi vida tenga sentido,
Tus ojos agradecen haber venido.
El azul no quiere parecerse a ella,
Porque de la bella es única la marea,
Y la belleza no se deja ahora como tarea.
Son tus ojos diferentes,
¿Cómo saber cuando me mientes?
Son tus ojos diferentes,
Te quiero de vez en cuando, de repente.