Yo busco tu rostro señor, ¿Dónde estás?
Semilla muerta queriendo germinar.
Te busqué en la lluvia, en el viento, en el mar
solo silencio, vacío y sequedad.
Exhausto, perdido en medio del camino
el constructor que tu piedra desechó
pródigo hijo que fortuna derrochó
creí en mis fuerzas, no en tu poder divino.
Llorando como tu hijo en Getsemaní
tengo miedo, no sé dónde más buscarte
todo lleno pero vacío de ti.
No me queda otro camino que adorarte
nunca te fuiste, siempre estuviste aquí
bajaste del cielo, estas en todas partes.