Edwin Acosta Pena

Diluyendo.

Me estoy diluyendo 

en una albufera 

de lágrimas

que no se notan,

y es por tu recuerdo.

Estoy fundido 

en el anhelo de tus besos,

y más aún 

en los que no tuvimos.

Estás tan presente 

y he plantado mi dolor 

para que con ello,

consiga estabilizar

mi pecho tembloroso.

Eres tan linda,

bulliciosa a veces 

y tus mejillas rojas 

adornan las mismas flores.

Te amo 

y respiro tu agua  

y tu viento,

así eres tú,

naturaleza y magia,

eres también 

el cauce de mi río 

cuando la pena

me arrastra sin piedad.

Me amaste tanto,

creo yo que 

más en otra vida;

entonces allí,

mi arrogante amor 

vestía con caricias 

toda tu belleza,

toda tu piel desnuda,

era tan simple allá 

porque

en esa vida me amabas de verdad.