Cuando me dejes ir
comprenderás el sonido del tiempo
y aquella luz al pasar
será tu cuerpo, una vez más
Si no escuchás nada al abrir el silencio
o si el mar empieza a brillar
de nuevo, amaré la poesía
y si el cielo se esconde,
al fín podré descansar
Si una nube te lleva,
leerás mi poesía rota
o si la brisa te mueve, una vez más
leerás mis ojos rotos
sin pensar en el adiós
sólo en el sueño que nace
De esta misma luz nacerá tu aliado
y si las horas te revelan un estanque
donde el agua te encante
y la luz sea un diamante
traspásalo sin pensar
Y la realidad sólo flota
y al mirar todo el vacío
algo rodea tu cuerpo
en la inmensidad irreal
la nada es poseída
Y al final del dia
su cuerpo duerme con el mar
y la luna al regresar
con su piel se fundirá