Recuérdame cuando veas la luna y aunque brillante, no esté entera,
Recuérdame en esas noches en que las nubes escondan su tristeza.
Aprecia el brillo de tu alma en ella como quien encuentra en otra mirada su propio ser,
y recuerda que un amor bonito no pasa dos veces en la vida,
Que los miedos se camuflan pero siempre se evidencian,
que los anhelos sí se cumplen aunque los vivas en otros amaneceres,
Que hay belleza en las despedidas porque traen consigo nuevos inicios
y que ella sólo es el resplandor del sol