Alegre y empeñada va la moza a la dura jornada.
¿Cómo llegó a esos extremos de clara esclavitud?
Con mucha fe reza a la Virgen quién es, su aliada.
Al ser creyente, vive apegada al rito, cómo virtud.
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Ella, nació en montañas, en tierras frías y nevadas.
Sitios astrales que, paren mujeres de escaso trato.
La mujer de Campo y Sierra, asume recias jornadas.
Nada fácil es su vida, y el descanso, es sólo un rato.
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Mujer de la tierra, Mujer que pares, el fruto de vida.
Todo aquel, que te tome, por distracción, por ti peca.
Eva rural, nada sabe de ti el que, a pecar, te convida.
Ese qué viola tu honor, seguro ya tiene, el alma seca.
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¡El decoro no tiene sexo, no obstante, es gran valor.
Hay, mujeres y hombres que, encarnan, este honor!