Mangos
Alimento de los changos
Bailando inaudibles tangos
Evitando caer en los charcos
Tiernos se aferran
Caer les aterra
Pero el peso de la madurez los entierra
El final es inevitable
Sentir el piso palpable
Unos sobreviven a la caída
Otros no encuentran salida
Ya en el piso se exponen
Posibles larvas los comen
Insectos su centro carcomen
Gris realidad la que se abstienen
Pues al crecer la incertidumbre los retiene
Y como resultado obtienen
Decepciones del árbol que los sostiene
Su color amarillo cierta alegría mantiene
Ignorando un futuro que no les conviene
Algunos se rehúsan a madurar
Verdes se quieren quedar
Para así no olvidar
Y que el tiempo no los vea pasar
Pero a esos, llegan pájaros a picotearlos
Los molestan para asarrarlos
Pues quedar en duda, según ellos
Puede matarlos
Y al final y al cabo de mangos nunca he hablado