El arte de la escucha (Soneto)
Cuando habla el entendido, uno se calla
escucha, da atención y bien aprende,
quizá no todo ve, ni se comprende
y con educación muestra tu talla.
Pues el necio, aunque grite, no avasalla
y sólo en su locura se desprende;
aquel que de humildad nunca se ofende,
será quien en verdad mas alto vaya.
Honrar la voz ajena es noble ciencia
el sabio sabe bien que no es eterno;
la vida es el maestro que sentencia.
Si quieres ver su fruto y ser mas tierno,
cultiva las lecciones con paciencia
y verás al patán en el infierno.