Hernán Mejía Silva

LA LLUVIA LEJANA

Se fue calmando,

la lluvia rezagada,

entrando en su silencio,

mientras alguien dormido canta.

 

Los desorbitados ojos vagan,

los ecos del agua les traen nostalgias,

pudiera ser un suspiro de montaña,

tal vez un mareo de la mañana.

 

La última gota de lluvia cae en algún lugar,

descansa ahora el efecto vital,

el sol queriendo despertar,

y alguien dormido empieza a soñar.