Trabajo cada día para encontrarte,
te imagino libre, segura,
con una luz que no conoce sombras.
Veo cómo las heridas de hoy
se han convertido en cicatrices hermosas,
testigos de batallas ganadas,
recuerdos que ya no duelen,
solo cuentan historias de fuerza.
Deseo que no olvides quién fui,
las versiones que habitamos,
y las que dejamos morir para renacer.
Quiero que, cuando estemos ahí,
miremos atrás y sepamos
que cada lágrima, cada paso,
cada caída y cada vuelo
valieron la pena.