En el preludio de mi partida cuando los abrazos se vuelven nostalgicos y los besos ardientes que pasamos boca a boca se enfrian y nos congelan, donde mi corazon deja la prisa para intentar abrazar el tiempo a tu lado. te miro a los ojos con el alma hecha un nudo para que no se escape de mi y pienso que ni la eternidad me bastaria para amarte como ya lo hago