Carlos Baldelomar

--+ INHERENTE +--

Te has vuelto costumbre,

mi síntoma puntual,

esa fiebre constante

que nos hierve la piel,

pero nos mata de frío.

 

Uno se acomoda a la cama

y de paso a este cansancio de quererte,

a este insomnio con horario,

que te piensa con la misma terquedad

con la que los viejos cuidan sus dolencias.

 

Y a veces me pregunto

qué pasaría si de pronto,

te fueras, si llegara la salud

de no sentirte.

no se que haría yo sin mi pretexto,

sin este malestar tan mío,

tan nuestro.

Quedaría, quizás el silencio,

y un vacío tan quieto,

tan sano,

tan insoportablemente en calma.