💫 *VI. Tu cuerpo habla*
No dijo nada, pero sus pupilas
temblaban como olas en tormenta,
su silencio, que de día me ahuyenta,
se volvió fuego entre mis dos orillas.
Sus manos, lentas, quebraron las filas
del miedo, del deber, de la apariencia,
y en su caricia hallé la evidencia
de que el deseo no acepta vigilas.
Me tomó como quien ya no resiste,
como quien sabe que ha cruzado el borde,
y en su gemido, mi nombre nació.
Ya no era suyo, ni era lo que existe,
era pasión y la razón en acorde,
era su cuerpo, do la llama encendió.