Sus ojos cuando miran me llenan con su luz
y así como la aurora llega al amanecer
y va tras de mis pasos con luz que siempre es fiel
mostrando una ternura su claro manto azul.
Sus ojos son dos perlas con gala en su debut
y se anclan en el alma sin importar vejez,
si el brillo que amoroso cual lumbre lo atrapé
en mar con olas bravas que en mi alma era un talud.
Pupilas dilatadas cual pétalos en flor
me dan rica fragancia dentro del corazón
y fija su mirada, no dejo de mirar,
pues verla me apasiona siendo mi manantial
que bella se refleja con luz del mismo sol
y miro muy seguro su amor que no es fugaz.