Ángel Ruiz Egea

Soneto a la estatua de Flora, que se halla en la ciudad de Hallifax, en Nueva Escocia, Canadá.

Helo aquí, el pedestal de floreciente

majestad, de esplendor y gloria viva,

aun en mármol inerte no es cautiva,

sí del fulgor eterno y trascendente.

 

Donde se quiera ver, en el presente

o pasado, partiendo a la deriva,

al horizonte... ¡Sí, gobierna altiva

con su pincel hermoso, nunca ausente!;

 

en todos lares desde el trono eterno:

nunca es recuerdo inmóvil y olvidado,

al tiempo breve se lo recordasteis.

 

Jamás por tanto honor habéis mudado

de título, señora; no legasteis

vuestra etérea esencia a su gobierno.