A veces me pregunto
A veces me pregunto como sobrevivimos sin internet,
sin redes sociales,
cuando una sonrisa no era un like visual,
sino un puente que nos conectaba con alguien mas allá de una pantalla.
Me pregunto como nos enamoramos sin teléfonos, en un mundo sin filtros,
donde la comunicación era en persona,
lo inmediato no existía,
y todo se cocía a fuego lento.
No necesitábamos hacer mil viajes,
ni cenas en lugares sofisticados para sentirnos vivos,
sabíamos encontrar magia en lo cotidiano,
en las risas compartidas,
y en esos instantes que rebosaban de sentimientos.
Tertulias interminables a la luz de la luna,
miradas furtivas que se grababan en la memoria,
hasta los besos fugaces hacían que las chispas saltaran sin necesidad de corriente.
“Mañana nos vemos” se sentía como una promesa infinita,
la esperanza de un futuro mejor,
un lugar cálido donde la magia y los sueños podían hacerse realidad,
como el taller secreto de un mago,
donde tomaban forma cada una de las ilusiones que inventábamos juntos.
Hoy vivimos a contrarreloj,
todo se mueve demasiado deprisa,
el tiempo se evapora,
pero el amor persiste,
no desaparece aunque los días se escapen,
sigue presente:
En los abrazos que damos.
En las miradas que elegimos sostener.
Y en los pequeños momentos que decidimos valorar.
— Jordi Etresi
© Copyright 2025
Todos los derechos reservados.