Las dormidas y sucias comadrejas,
esas que el peso de su boca aguantan,
esas que chismes y burradas cantan
esas que levantando van orejas,
esas que carcomiendo van las rejas,
esas que sus olores ya levantan
por debajo de todo lo que plantan,
esas que juntas andan en parejas,
esas que parlan mucho más que un grito,
esas que van fingiendo sus ternezas,
esas que en soledades van comiendo,
hijas del aguacero vil, maldito,
que marchan disfrazadas de malezas,
ahora las podéis mirar riendo.