Sara Sofia Bocanegra Carvajal

Lengua de carne muerta

Me arranqué la lengua

en un intento desesperado

de disfrazar las palabras

que se escurrían de mi boca:

sucias,

pero sacramentales e indulgentes.

 

Salieron,

sin prisa por redimirse,

aunque con la agilidad suficiente

para descomponer

y juguetear con sus propios recursos.

 

Abatidas y destruidas,

eran solo carne…

pero carne capaz

de permanecer inmóvil

y, aun así,

hacer más que un cuerpo

en movimiento.

-S.S