Todos sentimos miedos indefinidos,
aunque no lo sepamos
aunque no lo digamos,
no importa si es justificado
o si son miedos sin sentido,
son los miedos que nos salvan
de invisibles enemigos.
Tener miedos es estar siempre prevenidos.
Es la respuesta ante lo desconocido.
Es como el espejo que nos alerta,
del tiempo que ya hemos vivido.
¿Qué seria de este mundo sin miedos?
Solo el miedo nos protege de nosotros mismos.
Seríamos un mundo de valientes suicidas,
caminando siempre al borde del precipicio.
Pero no confundir miedos con cobardia.
No es necesario señalar las diferencias.
La cobardía conduce hacia los abismos morales,
que enferman de muerte inevitable al individuo,
pero el miedo es el escudo de los valientes,
y la espada que nos lanza contra el enemigo.
Frank Calle (9/ agostoagosto 2025)