Princesita de Los Andes
flor en la nieve y la brisa,
largo es tu peregrinar,
con su canto, el manantial
y su caricia termal,
tu talle quiere abrazar
Tras los relieves del monte,
entre quirquinchos y suris
tus huellas quiero buscar,
con tus manitas partidas
y tu chupalla tejida,
quieren tus ojos volar
En la quebrada y la puna
abres sendero en la bruma,
caminas sobre la luna,
son tus mejillas de arcilla
ternura de la llanura,
hija de la soledad
Rostro curtido
sueños heridos
voz cristalina
del bofedal
Labios partidos
ojos profundos
luz colorida
sobre el salar
Pastorcita de la pampa,
entre piedras y llaretas
surcas la senda perdida,
apacentando la vida,
acariciando las crías
de un rebaño celestial
Otea el cóndor y cuida
esa esperanza encendida
de infinito caminar,
sombra fugaz, suspendida,
aguayo y trenzas floridas
en las faldas del tolar.