juan carlos ayala

PASOS CAMPESINOS

PASOS CAMPESINOS

(Juan Carlos Ayala)

 

El eco de tus pasos

imagina pies descalzos

que estrujan la hoja

seca del cafeto, el chile

y la tortilla tu única comida,

el chiris en la espalda tu carga

dormida, el corte del día tu

único sustento.

 

Un mercado, una iglesia

y un rancho, y muchos matorrales

ajenos a los cuales desgarras

su fruto; vida pobre, vida triste,

vida ciega; —¡acaso eso es vida!—

exclamaría Otto René Castillo,

ese maestro, quien conoció

tu entorno al que llaman vida.

 

Cuando el sol sale llevas

varias horas de vuelo,

y cuando éste se esconde

todavía acaricias el horizonte

contemplando sus estepas

cada día menos verdes;

te da alcanzo la silueta del día

cubriéndote con su manto negro;

aquel palo encino que finge

ser tu cama sabe que pronto

te sentirá encima.

 

El gallo canta porque te extraña,

no quiere estar solo en el alba,

te avisa que es hora,

que el campo te espera,

el encino acompaña tu día:

lo llevas marcado en la espalda.