Elizabeth Maldonado Manzanero

Trascender

El aire se vuelve frío debajo de la piel.

Se consume el oxígeno de cada célula

que intenta sobrevivir.

La mancha del deseo por quedarse

permanece tatuada y quizás

algún día, de una nueva forma,

en el pliegue de la vida habrá de verse.

Pudiendo, nuevamente,

sentir, quizás oler, y también ver.

La huella del deseo por ser amada

se reflejará en constante distracción

del momento pacífico,

y sin el beneficio perenne

de morir.

Permanecer en el momento,

Aunque se viva plenamente

es exiguo.

Hemos de recurrir

a permanecer aquí,

en otra piel,

en otra forma,

en otro espacio…

quizás.