Esta mañana concluí una miniserie, lo que me generó sentimientos de nostalgia y cierta melancolía.
La finalización de dicho programa me rememoró que todo en la vida llega a su término.
Toda existencia posee un inicio, una trayectoria, y, sin embargo, arriba el día de su culminación.
Lo primordial es amar, reír, disfrutar y apreciar la vida.
Debo confesar que el proceso conlleva también el aprendizaje del llanto.
Todo ello genera recuerdos, con los cuales se aprende a coexistir.
La vida es hermosa; por ende, debemos recordar ser agradecidos en cada instante.
Sonreír hasta el último día.